Etiqueta: Senderismo

febrero 19, 2014
SALIDA CRUZ DE VÍZNAR

Tal como estaba previsto, el punto de reunión fue el Restaurante la Cueva.
”Anda, pero si ya ha llegado el Fede”.

Tras los saludos de rigor:
”Hola, ¿qué pasa?”
”Hola, ¿qué tal?”
”¿Todos habéis desayunado en la casa?”
”Joer con la crisis.”

Nos dispusimos para la marcha.
”Bueno, ¿estamos todos?”
”Sí, ya ha llegado el Fede.”
”Pues vámonos.”

Nos acoplamos en los coches y nos dirigimos a Puerto Lobo. Una vez que hubimos aparcado, cogido los bastones y colgado las mochilillas, empezamos a andar.

“Esperaros, que vamos a hacer la foto de grupo”.
“Pero, ¿y tú no sales?”
”Luego me coloco con el photoshop”.
”Ah, vale.”

Comenzamos el ascenso hacia la Cruz.
”A esto de las excursiones venimos siempre los mismos”.
”Bueno, no pasa nada”.
“No, si pasar no pasa nada, pero, ¿no estamos en los scouts?”
“Sí, pero no me compares los scouts juveniles con los adultos.”
“Ya, ¿tú fuiste scout de niño? Nos apuntábamos porque nos gustaba salir al campo. Si no hubiera sido así, nos habríamos apuntado a un Club de ajedrez o a clases de bailes regionales. Por muy adultos que seamos, el campo tiene que ser nuestro referente.”
”Espérate, que seguro aparecerá el dato de la naturaleza en la definición de escultismo adulto.
”Mira, llevo en los scouts desde niño y jamas he intentado definirlo. El escultismo es un sentimiento, no una definición.”
”Pero habrá que darle forma. Tendremos que marcar nuestro objetivos, nuestra organización…..
”Posiblemente. Pero para ello habrá otros miembros de AGAE que sepan hacerlo. Yo me adhiero o no, pero no me apetece el debate. Creo que el camino se hace, y nunca mejor dicho, andando.

Y charla que te charla, llegamos a la Cruz.. Nos hicimos nuestras fotillos.
“Ten cuidado que como te pegues una leche, te matas”.

Era el momento de emprender el camino que nos llevaría a la Cueva del Agua:
“¡Anda, pero si le han puesto una reja!”
“Pues no hace años…!
“Pero ahí hay un huequecillo. Por ahí cabemos.
”Tened cuidado que hace unos años aquí se perdió un cura.”
“Joer, pues mi vecina también se perdió aquí: la tuvimos que casar. Debe de ser el agua”.
“¡Qué salvajes! Se han llevado todas las estalactitas.
“Y las estalagmitas también. Ya puestos…no reparan los jodíos en esfuerzos.”

Nos tomamos el tentempié en una recachilla de sol.
“Yo prefiero el sandwich. Así no tengo que comprar el pan tan temprano”.
“Pues nosotros compramos el paquete de chapatas del Mercadona, lo abres ahora y parece recién horneado”.
“Ya te digo”.
“Hola, buenos días”.
“Hola, buenos días”.
“Joer, esto parece la Gran Vía.”
“Mirad, qué vistas tan bonicas”.
“Anda que no”.
“Venga, vámonos que se calienta la cerveza”.
“Oye, ¿os he contado el chiste de la sala de curas?
“Sí. Muy bueno”.

Y ya, to el camino pabajo, en busca de los coches.
“¿Qué queda? ¿Media hora a buen paso?”
“No, un poquillo más”
“Oye que te decía yo de la relación del escultismo con la naturaleza, tan íntima como la relación de Ortega con Gasset. Pues te voy a decir otra cosa igual de importante y evidente. ¿Tú te crees que es normal a nuestros años que tengamos un grupo de gente tan diferente, cada uno de su padre y de su madre, con pasado scout o no, que se encuentre tan bien cuando está reunido?”
“No, no es normal.”
“Pues tanto nos hemos acostumbrado a que sea así que no le damos importancia. A veces alguien de fuera es quien nos hace ver lo que ya no apreciamos: lo bien que estamos juntos. ¿Sabes una cosa?”
“Soy todo oídos”
“Que me da igual que la gente venga de excursión o que no lo haga, que la gente baile, reparta juguetes, cante hasta desfallecer o que constituya guildas como el que come caracoles. Que me da igual. Que lo importante es el grupo y que el grupo va bien. No vayamos a dividirlo por cuatro majaderías”.
“Pues sí”

Y charla que te charla, llegamos al aparcamiento,
“¿Dónde tomamos la cervecica?”
“Aquí mismo hay un chiringuito y no hay que mover los coches”

Y pallá nos fuimos.
“Qué les pongo?”
“Es que falta gente. Vaya usted trayendo quince tercios para los cerveceros y un Ribera del Duero para Maricruz.”
“Oye, ¿y el Lillo y la Toñi?
“Se han bajado”.

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enero 26, 2014
agosto 23, 2013
Castillo de los Moros Restabal

Está colocado en una plataforma que hay encima de la loma. Desde esta era hay un camino que accede hasta las mismas ruinas del castillo

Desde la loma del castillo hay una hermosa vista de Restábal y de todo el Valle

Este Castillo data del siglo XIV, de época Nazarí, respondía a un proyecto común de reforzamiento militar, llevado a cabo por los nazaríes en tiempos del sultán Yusuf I Abudl Hagig, el que finalizó la obra de la Alhambra y de su hijo Muhammad V. Desempeño el cometido de control de las alquerías circundantes y punto de control de paso desde el Valle de Lecrín a la Costa, pasando por Restábal y los Güajares.
Se aprecian fragmentos de lo que debió ser una muralla. Fue destruido por el Marqués de Villena en 1491. La abundancia de restos arqueológicos sugiere que aquí pudo estar situado uno de los antiguos pueblos moriscos de Naro o El Cantil.
A poco de dejar el baluarte de entrada, en dirección Norte, se ubica un gran aljibe rectangular de tapial, formado por 4 naves cubiertas con dobles bóvedas de medio cañón, divididas y apoyadas en arcos de herradura de ladrillo, todas con un enlucido rojo muy bien conservado.

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mayo 22, 2013
Salida Camino Neveros- Rio Monachil

Un acarreto de neveros de Sierra Nevada Fotografía: De la Web: de Bruno Alacaraz Masáts

Tal y como se os informó en el día de ayer, en sustitución de la Acampada que estaba prevista para el fin de semana próximo y que ha sido suspendida, la Ejecutiva ha programado una excursión para el Domingo día 26.
La excursión partirá de Huétor Vega, muy cerquita de donde viven nuestros queridos amigos Manolo y Angelitas. Atravesaremos las famosas viñas de Huétor Vega y nos adentraremos en parte del Camino Real de los Neveros, para desviarnos posteriormente hasta salir a la parte alta de Monachil. Desde allí descenderemos hacia el pueblo y regresaremos a Huétor Vega por el Camino de las Huertas de Monachil que discurre junto a la margen derecha del Río Monachil y atraviesa una necrópolis argárica de la edad del bronce.
Dicho recorrido tiene una dificultad Media-Baja y entre 10-12 Km., y parte del mismo lo efectuamos en las excursiones que en Enero realizamos a la Fuente de la Bicha y Cahorros. En tan agradable paseo podremos contemplar unas maravillosas vistas de la Vega Sur de Granada y sus huertas, así como de nuestra majestuosa Sierra Nevada.
La hora y lugar de quedada para la excursión serán la ya habitual de las 9’00 HORAS del DOMINGO 26 de MAYO en la Cafetería Isla de la glorieta del Palacio de Deportes.
Para apuntarse pulsa aquí, insistiéndoos en la necesidad de la misma para la correcta organización y desarrollo de la actividad. Para cualquier incidencia antes y durante el desarrollo de la excursión, podéis llamar al teléfono 661 472 482 de Jota Eme.
Sin otro particular, recibid un cordial y afectuoso saludo y esperamos vuestra asistencia a la actividad.

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enero 28, 2008
Cueva de los Marmoles

Cueva de los MarmolesEn invierno, la nieve caída en Granada dificulta la realización de rutas de alta montaña, y además después del paréntesis de Navidad hemos perdido algo de forma. Es por eso que la Guilda Estrella Polar nos preparó una salida  el pasado domingo 20 de Enero a  la Sierra de Huétor Santillan por la Cañada del Sereno pensando que esta es la idónea dada estas circunstancias.

Comenzamos la ruta a las 9 de la mañana en el Museo Scout a pesar de la puntualidad de algunos y el retraso de otros logramos salir a las 9.30.

Tiempo: anticyclonal, buena visibilidad, temperaturas alrededor de 15 grados

Nos reunimos Joaquín Camacho, Manuel Fernández, Matilde García Valdecasas , Amparo, Miguel, Manuel Perea , M. Pura Fernández, Rosa Gea, Antonio Gaspe, María José Povedano, Juan Luis Sanchez, Malú Murciano, Teresa Bezares, Maribel, Manfred, Joaquín Caparros, Antonio Jesús Lillo, Antonia Fernández, Inmaculada García, Alex, Pablo y Inma hija; en total unas 22 personas más dos perros.

Nos dirigimos hacia Huetor Santillan donde dejamos dos coches para que nos sirvieran a la vuelta de medio de locomoción al final del recorrido y acontinuación nos dirigimos a la Casa de los Peñoncillos.

Tras dejarnos el resto de los coches al inicio de la pista que conduce a la casa forestal de Los Peñoncillos, nos desviamos a la derecha por el sendero de la Cañada del Sereno, en este recorrido nos fuimos encontrando tres miradores con vistas tanto a Sierran Nevada; como a la vega de Granada y  al verde corazón de la Sierra de Huétor en el último mirador sobre las once y media paramos a tomar un tenteen pie. Hasta aquí Antonio Gaspe que se animó a venir con su bicicleta de montaña, tuvo trozos que pudo ir montado y otros que tuvo que montar él a la bicicleta, pero como un jabato, llegó por esa subida llena de lajas.

Sobre las doce menos cuarto seguimos el sendero hasta el barranco del Polvorite, donde nos encontramos con el camino que por un lado iba al Cortijo de las Chorrillo y por el otro daba al camino de las Minas, todo el grupo nos fuimos hacia el Cortijo de las Minas y el grupo más valiente trocharon hacia la garita forestal de Las Minas (Manolo, Manfred, Joaquín Caparros y Joaquín Camacho) y los demás seguimos el camino algo más largo pero seguro, llegamos al Cortijo de las Minas  subiendo por este hasta la garita forestal de Las Minas. En esta trayectoria se cansó un poco Inma intentando animarla entre todos nosotros pero cuando llegó sobre la una y media al mirador y contempló esas vistas de sierra nevada y su base  cubierta de robustos pinos, como si se tratase de un paisaje de Heide, se dio cuenta que el esfuerzo realizado mereció la pena.  Sobre las dos menos cuarto descendimos por la cuerda hasta volver a llegar al cauce del Arroyo Polvorite donde nos esperaba Antonio con su bicicleta bordeando el cerro del Púlpito y llegando al caminos que nos dirigió a la fuente de la Teja, llegamos al cruce de la Cueva de los Mármoles, dividiéndonos en dos grupos uno subió   y el otro que se dirigió a la fuente de la Teja a comer.

Cumplido el objetivo de llegar a la Cueva de los Mármoles nos hicimos la foto de rigor y bajamos a la Teja a comer con los demás llegando a las tres y media de la tarde.

Sobre las cuatro de la tarde nos pusimos en marcha formando dos grupos: uno que subiría a la Casa de los Peñoncillos y otros bajaríamos por Huetor donde nos juntamos todos a las cinco y diez minutos,  merendando y celebrando la salida, tuvimos una pequeña reflexión y hablamos de alternar este tipo de excursiones con otras más cortas pero en todo caso de seguir programando buenas salidas camperas como la que acabamos de realizar

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diciembre 4, 2007
Salida Cueva Secreta

Cueva Secreta

1 de diciembre, 8´15h a.m. Hace un frío que pela pero somos jóvenes y se aguanta bien. Mientras esperamos a los tardoncillos visitamos el Museo Scout con ambiente navideño. Cogemos los coches y nos vamos a Güéjar-Sierra; bueno, antes nos damos una vueltecilla por el pantano de Quéntar para ver si estaba a buen nivel el agua (con el cambio climático nunca se sabe).
Somos siete, pero valemos por veinte: Mª Pura, Manolo Perea, Teresa, Manfred, Lillo, Toñi y Mati. Dejamos los coches en el Barranco de San Juan y  a las 10´00h comenzamos la caminata por la Verea de la Estrella. Hace un día precioso, con sol, olores a tomillo, castaños y nogales dorados, el valle todavía entre sombras, el incansable río Genil con aguas realmente cristalinas y, cuando alzas la vista, los picos majestuosos y nevados de Sierra Nevada.
Paradilla en el árbol «El Abuelo», centenario y en mitad del camino. Foto con cara sonriente. No somos los únicos, por el sendero nos vamos encontrando a muchos excursionistas con los que practicamos las normas de cortesía: ¡güenas!, ¡buenos días!,  ¡hasta luego!…
Cuando llegamos al Vadillo ya tenemos las caras sudorosas y la lengua un poco fuera. – Lillo, ¿cuánto falta pa llegá? –Ná, eso está ahí mismo, a un par de humás. Esto viene de antigüo, de cuando éramos todavía más jóvenes y no conocíamos bien los caminos de la excursiones (yo creo que igual que ahora), entonces nos cruzábamos con un lugareño y le preguntábamos por el tiempo que nos quedaba hasta llegar a tal o cual sitio, entonces el buen hombre se quitaba el medio cigarro que se le estaba consumiendo entre los labios y decía: -Eso, pos… a un par de humás. Y se quedaba tan contento. Y tardábamos tres o cuatro horas en llegar. Las humás es lo que tardas en fumar un cigarrillo. Como a esta excursión iba Manfred (alemán), le tuvimos que explicar bien qué significaban las humás.
Las conversaciones eran variopintas e instructivas: qué comidas no engordan, qué rico está el mazapán que vende en el Lidel, qué sano es hacer deporte, qué baratico es este jersey de la marcha verde, cómo se vive y se come en Nador, cuántas excursiones hacíamos con los scout y no como ahora, ¿cuándo vamos a llegar?…
Llegamos a «La mina de la Estrella». Increíble la temperatura en el interior (caliente y por lo visto constante durante todo el año, con el frío que hacía afuera)
Cruzamos el Puente sobre el Rio Guarnón bebimos un poco de agua y seguimos nuestro camino.
Subimos, subimos, subimos, empezamos a pisar nieve, es la una de la tarde y «cueva secreta» parece que está en un lugar muy secreto, sólo accesible a los valientes.
A los lados del sendero, inclinación de por lo menos un 90% y todo lleno de lajas, vemos un montón de vacas intentando no caerse por el terraplén y arrancando los cuatro hierbajos que crecen por allí. Las bautizamos vaca-cabra, típicas de este grandioso valle real.
Una y media de la tarde. El aire ya no huele a tomillo, sino a bocata de chorizo (o por lo menos a mí me lo parece). Ya no puedo más. Lillo había dicho que era una «excursioncilla» de entrenamiento, mañanera…
Encontramos dos metros cuadrados de llanura (llena de enormes piedras de río, eso sí, con canto rodado) y allí nos sentamos a comernos nuestro rico bocata.
-Bueno, ya queda poco para «Cueva Secreta»…   -¿Cómo…? Discusión general: seguro que la cueva está a la vuelta de la esquina…, ya es muy tarde…, ya que hemos llegado hasta aquí…, a las cinco y media se hace de noche…, nosotros podemos…, ¿has contado con lo que nos queda para volver?…
Total, que al final los hombres se fueron y las mujeres nos quedamos charlando tan ricamente (después dicen todo eso de la igualdad de las mujeres).
A la hora volvieron con la cara satisfecha del deber cumplido, habían llegado a «Cueva Secreta».
Rápidamente nos pusimos en marcha para la vuelta, pues en realidad ya no daba el sol en todo el valle.
Cuando llegamos a los coches teníamos los dedillos de las manos congelados, menos Toñi, que llevaba los calcetines de repuesto a modo de guantes.
Nos tomamos un café en Güéjar-Sierra y allí constituimos la «Guilda Estrella Polar», abierta a cualquier adulto-joven para hacer «excursioncillas» como ésta que os he intentado contar.

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abril 29, 2007
Salida Circular al Trevenque

Rodeando el TrevenqueContra unas previsiones que se vaticinaban de posibilidad de lluvias, hemos cumplido nuestros objetivos con un día excelente.
Y no solamente en lo meteorológico, ni en cuanto al paisaje, ni en cuanto a la ausencia de avatares que estropearan lo deseado. Hoy hemos contado, además con la grata presencia de otros colegas que se han sumado a la excursión y que esperamos y deseamos vuelvan a acompañarnos a otras.

En concreto, me refiero a los compañeros integrantes de A.G.A.E., Toñi y Lillo, Mati y Manolo, Teresa y Manfred, que junto a Maria, Angel, Luigi, Paco y el que os escribe, hemos disfrutado de un día redondo. Bueno, se me olvidaba, y también nos ha acompañado Rey, el cariñoso y noble amigo fiel de Mati y Manolo. Hoy iba la cosa de reyes.

Iniciamos nuestra andadura desde el Canal de la Espartera a poco mas de las 10:00 de la mañana y hemos regresado después de 4 horas y 15 minutos al punto de partida tras recorrer los casi 15 Km. previstos. Y la excelente meteorología nos ha dejado disfrutar de las diferentes vistas del Trevenque, el Pico de la Carne, el Tamboril, Cerro Gordo, el pico del Tesoro, el cerro de la Cortichuela, la loma de los Panaderos, la loma de Dílar. El bucólico paraje de la Cortijuela. Los Alayos con su Corazón de la Sandía, su Picacho Alto, su Castillejo, su collado del Pino. Finalmente al regreso, la inconfundible silueta de la Boca de la Pescá y su próximo Cerro de las Pipas. Y hacia arriba, en el horizonte, las altas cumbres con bastante nieve. Especialmente el Caballo, ya que el Veleta nos lo tapaba el Rey.

El Rey, efectivamente, así se le llama al Trevenque. Es el rey de la Baja Montaña. Su inconfundible silueta, sus arrogantes paredes, como si de un castillo se tratase de la Tierras Medias, lo hacen si no inexpugnable, si bastante penoso en sus últimos tramos. Y aunque su altura es muy inferior a sus hermanos mayores, rivaliza en poderío y elegancia. Y sus blancas arenas dolomíticas le acentúan aun mas su personalidad ( ¡ qué cantera para que la pillara un constructor ¡ ).
Hemos estado durante todo el recorrido rodeándolo, merodeándolo, acosándolo, vagabundeando alrededor como si fuéramos Orcos , Uruk-Hai, Goblins, Ogros o Trolls, ansiosos de tomar la blanca y elevada ciudad de MinasTirith de las Tierras Medias, el reino de Gondor. Otro día programaremos su conquista.

Hemos comentado en varias ocasiones durante el paseo, el Belén que tradicionalmente los montañeros colocan en su cima en los días previos a la Navidad.

Teniendo como referente temporal la próxima fiesta de la Cruz, desde cada una de sus perspectivas, y de cada una de las perspectivas del Trevenque, a mi se me antojaba su silueta como un incomparable Gólgota donde poner una inmensa Cruz.

La Cruz, la Cruz de Mayo , que nace en la tradición cristiana como Exaltación a la misma por su simbología de Redención y Amor, tiene indudables enlaces con tradiciones mas antiguas en toda Europa, como la Fiesta del Árbol de Mayo. Es cuando, el día 1 de Mayo, en los pueblos emplazan el «mástil de mayo», un árbol, en alguna plaza o un descampado. El árbol es cubierto de cintas y, a su alrededor, comienza la danza y el canto. Un rito por el cual se alienta la fusión con el poder vegetal y su sagrado efecto de renovación de la vida universal…Los árboles o la vegetación encarnan siempre a la vida inagotable: lo que corresponde, en la ontología arcaica, a la realidad absoluta, a lo «sagrado» por excelencia. El cosmos está simbolizado por un árbol.

Al final, muchas cosas concuerdan.

Árbol/Madera/Cruz/Invierno/Muerte/Primavera/Vida/Resurrección/Redención.

Hoy yo me quedo con el símbolo de amor de la Cruz, y después de haber disfrutado del día de excursión y de la compañía, me viene a la memoria aquellos versos de Juan Ramón Jiménez :

Mañana de la Cruz
Dios esta Azul, la flauta y el tambor
anuncian ya la cruz de la primavera.
!Vivan las rosas, las rosas del amor,
entre el verdor con sol de la pradera.
!Vámonos al campo por romero,
vámonos, vámonos por romero y por amor……
Le pregunte:¿Me dejas que te quiera?
Me respondió, radiante de pasión:
Cuando florezca la cruz de la primavera,
yo té querré con todo el corazón.
Vámonos al campo por romero,
vámonos, vámonos por romero y por amor…….
¡Ya floreció la cruz de la primavera!
¡ Amor, la cruz, amor, ya floreció!
Me respondió:¿Tu quieres que te quiera?
!Y la mañana de luz me traspaso!
Vámonos al campo por romero,
vámonos,vámonos por romero y por amor……
Alegran flauta y tambor nuestra bandera.
La mariposa esta aquí con la ilusión….
!Mi novia es la virgen de la era
y va a quererme con todo el corazón!
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marzo 24, 2007
Capilera a Trevelez el 24/03/07

Capilera TrevelezAl fin el día 24 de Marzo como teníamos previsto empezamos el Sendero de Sulayr. Este recorrido tiene un total de 19 etapas que hacen un total de 360 km a una altitud de 2.000 metros rodeando a Sierra Nevada.

Para empezar realizamos la ruta número 6 clasificada como camino muy difícil (6 a 7 horas). El punto de partida es Capilera, está a una altitud de 1.432 metros y el punto de llegada es Trevelez, a unos 1.480 metros. El desnivel acumulado es de 940 metros. El total de Kilómetros es de 20.

Algunos nos fuimos el viernes 23 de marzo por la tarde. Por la mañana temprano fuimos a Trevelez y dejamos uno de los coches para que al llegar pudiéramos volver con los demás conductores.

A las 9 de la mañana quedamos en el Hostal Atalaya encontrándonos Teresa, Manfre, Manolo, Mati, Luis, Miguel, Manolo, Mª. Pura, Toñi y Lillo.

Iniciamos la marcha saliendo del pueblo de Capileira por la carretera de la sierra. Dejamos atrás en nuestra subida   el camping y las últimas casas del pueblo para empezar a tener vistas del Barranco del Poqueira. A poco más de 1 km. (nos encontramos el primer acto de vandalismo nos encontramos uno de los letreros roto), tomando a la izquierda un sendero que asciende en un corto repechón por el encinar hasta salir a la carretera;  la cruzamos retomando la vereda y enseguida entramos de nuevo en el asfalto. Continuamos después  por la carretera durante unos minutos hasta una pronunciada curva donde sale una pista forestal que finaliza en Trevélez. Nosotros seguiremos 50 metros más la carretera para tomar a la derecha el sendero que asciende hacia el pinar. Por este bosque de repoblación caminaremos hasta llegar al Haza del Cerezo, donde observamos una finca de cerezos abandonada. Tomamos un carril que asciende a nuestra izquierda en zig-zag, para abandonarlo a unos 200 m. a la derecha por un sendero que cruza más adelante la Acequia Baja. Este agua procedente del río Poqueira es todo un ecosistema a su paso y es la que llena la enorme balsa que vemos abajo, en el Haza del Cerezo, para dar agua a la zona de La Taha, un municipio que engloba pueblos inolvidables.

Un poco más arriba cruzamos la Acequia Alta, que no siempre lleva agua. Seguimos ascendiendo por el pinar hasta alcanzar un carril que tomamos a la izquierda llaneando unos 300m para dejarlo por la vereda que sube a la derecha cruza el barranquillo de las Chorreras y llega a la Hoya del Portillo. Hasta este Área de Estancia y Control llegamos a las 12:30 unas tres horas de marcha desde Capileira. Si hubiéramos querido podríamos haber llegado en vehículo y así nos hubiéramos ahorrado un par de horas de duro ascenso. Aquí nos pararon el personal de medio ambiente y nos hicieron una encuesta.

Pasamos por la barrera siguiendo la pista durante 1 Km. aproximadamente hasta salir del pinar. Un poco más adelante, en la zona conocida como las Alberquillas, donde dejamos atrás el término municipal de La Taha para entrar ahora en el de Pórtugos, sale a la derecha la vereda, en un prado junto a unas ruinas. El camino discurre por un piornal y llanea hasta adentrarse en el pinar. A continuación cruzamos el barranco de Morazo y más adelante el del Jabalí donde nos encontramos unos chupones de agua helada. Tras una breve ascensión alcanzamos la loma, donde tenemos unas extraordinarias vistas del Valle del Río Trevélez, del Guadalfeo y del Mediterráneo.

Descendemos la loma por un carril hasta el pinar, observando por el camino restos de unas trincheras de la Guerra Civil, y al fondo contemplamos las sierras de Lújar y la Contraviesa. Una vez en los pinos tomamos la vereda que baja a la izquierda en diagonal hacia el valle del Río Trevélez. Después de caminar por el piornal y lastonar comenzamos a transitar por una zona de endrinos, chaparros, majuelos, etc. Comenzamos a ver ahora, tras un zig-zag en el camino un área de cultivos y más adelante una maravillosa balsa de agua junto a un manantial bajo la sombra de un enorme nogal. Buen sitio para refrescarse y disfrutar de este paraje bucólico. Aún se conservan en Sierra Nevada lugares donde el tiempo se ha detenido y podemos recrear las actividades tradicionales de los habitantes de las montañas y admirar la sabia utilización de los recursos naturales de la zona.

Continuamos nuestra marcha bajando en dirección noreste por un robledal que va recuperando sus antiguos dominios, hasta bajar a la pista forestal que al inicio de nuestro itinerario dejamos a la derecha. La seguimos en la misma dirección de la marcha pues es la que nos conducirá hasta Trevélez. Por ella cruzamos el pendiente Barranco de la Bina y tras la corta subida por una zona de pinar rodeando la loma alcanzamos a ver por fin el pueblo de Trevélez, recostado en sus tres barrios: alto, medio y bajo, en la falda del Mulhacén. Seguimos la pista hasta una amplia curva junto a una era, donde tomamos el sendero que baja desde el Chorrillo hasta Trevélez. En unos quince minutos estamos en el Barrio Alto después de haber cruzado el Barranco del Río Chico. LLegamos al barrio alto donde nos refrescarnos y descansamos antes de ir a la zona baja donde buscamos un sitio donde comer un buen plato alpujarreño.

Curiosidades :

Los kilómetros recorridos según el podómetro de nuestro senderista Luis  es de 24 , y 200 metros.

Tiempo transcurrido de marcha sin incluir paradas 5 horas, 37 minutos.

Media de 20 minutos, 41 segundos, por kilómetro.

Número de pasos dados 31.250.

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